Por Griselda Grillo Cugliati - Frente Popular Darío Santillán para el
ENCUENTRO DE MUJERES DE LA OTRA CAMPAÑA
A Nancy, una militante-guerrera de la vida, que amó y luchó
con coraje
hasta el último
segundo, enfrentando a la muerte, dejándonos
para siempre su ejemplo.
.
Hablar de ellas no es llenar una página en
blanco. No es pensar en frases con sentido. No es ni siquiera hallar las
palabras justas, que nunca lo son, aunque se acerquen un poco a la verdad. No
puedo. Y sin embargo están en mí y las he habitado y recorrido en el más amplio
sentido del sentido.
Y que más, si me han parido y me han alimentado y formado para poder hacer algo
más con esta cabeza y estas manos flacas, que ropas y comidas calientes para la
subsistencia.
No puedo expresarlas sin pensarlas, sin
recordarlas, sin soñarlas, sin que fluyan por el corazón.
Hay que mirar. Mirar para ver. Para verlas
basta asomarse un poco por alguna ventana. O asomarse a la ventana para verlas
por la calle, más rápido o despacito
avanzan… recorren, sostienen, construyen, crean, trabajan, educan, inventan y
luchan.
Las
veo enseñando y aprendiendo, prolongándose hasta la médula. Las veo tomando
decisiones cruciales. Asumiendo
desafíos, sorteando desafíos… viviendo la vida como un continuo desafío. Las
veo discriminadas y violentadas. Las veo desplegar todo tipo de maravillas
creativas, en momentos de plena oscuridad, de intrincada miseria. Infinita
capacidad de mezclar lo poco con un amor indestructible para alimentar a los
críos, para que el futuro exista. Y
también las veo decidir. Decidir
no ser, sino renacer…
Romper con
todo…con todo, hasta con el miedo. Las veo
trabajando de una manera y de otra, buscando, haciendo, construyendo. Las veo
enfrentando múltiples, diversos, complejos desafíos y las veo luchando con mil
manos en todos los planos y contra todos
los males.
Cierro los ojos para que llegue el sueño?..
Paisajes y formas que se
construyen frente a mí como si no fuera yo la creadora… como si una mano
invisible las naciera para decir algo o para no decir nada, y sin embargo… ¿ Más
abajo? ¿En los claros de nuestra esencia?
Resistir… Resistir… Resistir… y
combatir.
¿Fueron ellas las que con estas manos elaboraron
alimento, ropas y dignidad hace 200 años para que el Ejército de los Andes
pudiera subsistir y hacerle la libertad a buena parte de este continente?
¿Fueron ellas las que bajaron desde las
montañas de Perú, de Bolivia, de todo este anchote armadas de lanzas y coraje
para hacernos libres y soberanas?-
“… Ellas combatían con sus hijos a cuestas o en sus vientres, con o sin sus
esposos, en grupos más o menos reducidos con un coraje que a veces parecía
redoblarse frente a las fuerzas del enemigo…”-
Las veo corriendo en el viento. Peleando.
Combatiendo. Y también en una lucha aparentemente silenciosa, o mejor dicho, en
una permanente lucha cotidiana, constante, subterránea…
¿Y más abajo?¿En
los claros de su esencia? Resistir… Resistir… Resistir… y combatir…
Pero… ¿Qué es este lugar tan destruido y desolado?... ¿Quién provocó
tanta destrucción y muerte? …Ellos. Ellos generaron estas flores podridas.
Ellos tornaron este cielo en espesa agua roja. Ellos produjeron este olor
putrefacto.
Pero hay algo sagrado en las grietas. La
posibilidad de vislumbrar el día. Aunque digan que no es cierto. Aunque digan
que no es posible. Aunque lo hagan bien duro, trágico y difícil.
¿Es verdad que se levantaron de entre las
ruinas y comenzaron a construir todo de nuevo? Es verdad que se reconvirtieron
en alimento?..¿ Es verdad que crearon nuevos combatientes con los mismos ojos
que tenían los de antes?
Vuelvo del sueño como de un viaje extenso-. Es cierto… es cierto… estamos
nutridas de una fuerza de la tierra… de la luna… de las estrellas…-
Yo las he visto levantándose hartas de
aguantar en silencio. Las he visto cansadas de poner la otra mejilla. Las he
visto resistiendo, soñando, ofreciendo a todos mil alimentos elaborados en
medio del trabajo cotidiano.
Pienso en ellas. En nosotras. Orgullosa de
poder decir y sentirme como nosotras.
-Y más abajo? En los claros de su esencia ?- Me veo con toda mi sangre, todas mis venas, todas mis arterias
parte de ellas y soy y estoy hecha de ellas-... Con estas manos tengo que poder hacer algo más que un gran
pan que les dé de comer a todos… aunque si pudiera lo haría. Juro que lo haría
y pondría en él lo más sagrado y hermoso para vislumbrar el día...
Las veo corriendo libres por las calles,
agitando a la multitud y tirando piedras. Sí. Tirando hermosísimas y certeras
piedras que nos devolverán, por lo menos, la voluntad de soñar un futuro bien
diferente.
Abro los ojos. Pienso agitadamente. ¡Estoy
realmente despierta! ¡Esto ha ocurrido!..¿O fue parte de un deseo tan profundo que se convirtió en
sueño?
-¿Y más
abajo?- Su esencia. El calor de un
fuego alimentado por siglos. Los rasgos y las grietas de una boca abierta. Ya
casi sin dientes, pero desgarradoramente abierta…- La boca que parió hijos dignos cuando parecía que era un
reflejo del dolor de un cuerpo que ha soportado y resistido todo tipo de
flagelos. Y que se levanta. Una y otra y otra vez...-
Cierro los ojos. Las veo marchando, en una extensa e
indescriptible marcha sin tiempo. Y
todos sus ojos mirando fijamente a los verdugos… avanzando con un paso que le da
color y forma a esta tierra.
Ellas son las libertadoras de sueños. Las
grandes paridoras de sueños. Las universales, legendarias, eternas mujeres del
pueblo.
- Nosotras somos guerreras y como guerreras peleamos. No necesitamos
cuentos. No necesitamos traductores. No necesitamos mandamientos. Somos mujeres
en lucha por la libertad de nuestra América y por nuestra propia libertad,
desde hace más de 5oo años... -
Abro los ojos. Me inundo. No es en vano esta lucha. No lo olvidaremos nunca.
Por
todas las guerreras que alumbraron el día. Por todas las que hoy resisten. Por
las paridoras del mañana.
Por Juana, por Bartolina, por Teresa, por
Nancy. Por todas las maravillosas mujeres que le hicieron el amor a esta
tierra creando la lucha y el sueño. Por
todas y todos. La marcha
continúa. No lo olvidaremos hermanas. Nunca.